¿Cómo gestionar el confinamiento de niños con altas capacidades?
Carmen Díez, directora del Proyecto de salud EmocionaT-Familia y profesora de Magisterio del CEU, aporta 10 pautas que les permitan desarrollar sus fortalezas y adaptarse durante este periodo.
“Debemos ser conscientes de que, por el hecho de ser un niño con altas capacidades, no significa que pueda almacenar ni comprender toda la información actual ni todos los conocimientos. Lo relevante es que puedan aplicarlos en su vida cotidiana para poder adaptarse a esta nueva situación”.
Esta es la primera reflexión que lanza María del Carmen Díez, profesora de Magisterio del CEU en Elche y experta en Educación sobre atención a la diversidad, cuando se le pregunta sobre cómo pueden los padres con niños y niñas con altas capacidades el confinamiento.
Para Díez, que dirige el programa EmocionaT-Familia y es especialista en el desarrollo socio-emocional de la pre-adolescencia, familias y en las alteraciones, dificultades y trastornos del desarrollo y del aprendizaje, una de las claves es comprender que el entorno que rodea al niño con altas capacidades incide significativamente en su desarrollo.
“Estamos viviendo unos momentos de incertidumbre e inquietud ante la epidemia del COVID-19 y todo ello, nos puede llevar a la “búsqueda del placer” para paliar dicha inquietud. Precisamente, los niños con altas capacidades inciden en su inquietud, perfeccionamiento, tristeza, nivel de ansiedad alto, cambios de humor, problemas con el sueño, entre otros. Y si todo ello, lo envolvemos con la situación actual de confinamiento en el hogar y los factores estresantes a los que estamos sometidos, nos puede conducir a estados depresivos con ansiedad, trastornos obsesivos compulsivos, entre otros”.
Ante ello, según Díez, es importante atender, de forma temprana, a dichas manifestaciones desde el entorno familiar y cobra importancia la capacidad de escucha que desarrolla ese entorno familiar “a nuestros protagonistas a través de su voz, de su conducta, de sus impulsos, quejas e incluso de sus silencios. Quédate en silencio… y escucha, es un buen modo de empezar”. Ya para continuar, Carmen Díez propone una decena de pautas, dirigidas a ese entorno familiar, que permita que los niños y niñas con altas capacidades puedan desarrollar sus fortalezas y adaptarse a este nuevo escenario.
- Es importante que generes calma, seguridad y afecto en el hogar. Tu hijo sigue siendo un niño, aunque tenga altas capacidades. De hecho, sus necesidades socioemocionales suelen estar por debajo de sus capacidades intelectuales.
- Adapta los hábitos y rutinas del hogar en relación a la alimentación, higiene, descansos y espacios, ante este nuevo escenario. Aunque suelan necesitar menos horas de sueño, es importante que su descanso sea completo y sano.
- Cuida la “dieta” y/o el “abuso de las pantallas” en el hogar, para evitar compensar estos momentos de incertidumbre con la “búsqueda del placer”.
- Busca la “desconexión de las pantallas” en el hogar. Dicha desconexión facilitará el acompañamiento y la comprensión de este nuevo escenario y le protegerá de las informaciones poco veraces.
- Tu hijo tiene permiso para equivocarse. Como suelen ser niños muy hipersensibles y vulnerables ante las críticas, si se equivocan no están acostumbrados ni toleran bien el error o a la crítica. En esta búsqueda de la perfección se exigen demasiado y esta tendencia les puede llevar a deprimirse. Por ello, es importante observar la situación sin juicio y plantearle cuestiones que le permitan aflorar dichas respuestas con sencillez y tranquilidad: ¿Qué te hace sentir alegre? ¿Qué te molesta? ¿Qué es lo que te aburre? Para incidir así en el “para qué… de la situación vivida.
- Plantéale retos, desde su área de interés, sin exigencias. Suelen resolver muy pronto y de manera excelente los problemas, aunque se cuestionan muy pronto su rapidez en el resultado. Por ello, es importante darles seguridad que potencie su gran capacidad de liderazgo para que puedan ser felices con su propio aprendizaje.
- Permite que disponga de espacios y de tiempos, en el hogar, para desarrollar su reflexión y creatividad. Las altas capacidades suelen tener una gran “conciencia social” y por ello les angustia hacer frente a los problemas de la humanidad. Debido a la epidemia en la que estamos envueltos, es importante que puedan dedicar espacios de tiempo para su propia reflexión y que dicha reflexión les permita tomar medidas que les inviten a la generosidad y esperanza. En estos momentos necesitará ayuda, orientación y comprensión
- Evita comparar a tu hijo con altas capacidades con los demás. Estas acciones provocarán celos, frustración con alto nivel de estrés y en casos extremos pueden llegar a la depresión. Estas situaciones le impiden generar entusiasmo para aprender, uno de sus grandes rasgos.
- Cuidado con dar “órdenes” sin previo razonamiento. Debido a la que “aceptación social” es su gran deseo, cuando se sienten rechazados o frustrados ante algo que no comprenden y/o comparten, suelen presentar una gran determinación y persistencia ante su punto de vista.
- Recuerda que las altas capacidades no son un motivo para un comportamiento inaceptable. En ciertas ocasiones podría llamar la atención ante su “aburrimiento” con la repetición de conductas, preguntas o contenidos. Es importante escuchar estos “síntomas” para poderle ofrecer alternativas tales como encontrar un grupo de iguales donde pueda compartir dichas experiencias, ofrecerles seguridad ante sus dones, escucharles para nutrir y estimular su inteligencia, proporcionales lecturas que le permitan encontrar un equilibrio entre sus necesidades emocionales e intelectuales.