El papel del orientador escolar, a debate
Participaron en esta mesa debate: Isabel Serrano, orientadora y especialista en Pedagogía Terapéutica, asesora de la Consejería de Educación, Mª Jesús Lago, responsable Promoción Universitaria Universidad CEU San Pablo, Javier Rodríguez-Borlado, director del Instituto Tecnológico y de Diseño y jefe de estudios de Formación Profesional, colegio Tajamar, Carlos Ortiz, jefe de estudios de Secundaria y Bachillerato, colegio CEU Sanchinarro, Yolanda Lillo, directora, colegio CEU Claudio Coello, Antonio Gervás, subdirector Primaria, colegio Los Olmos, Fran Cancer, orientador colegio CEU Sanchinarro, Sara Sánchez, Fundación Bertelsmann, Mónica García, Randstad España, Inmaculada Gómez Ortí, orientadora y Experta en Neuropsicología Educativa, Nélida Pérez, experta en psicología educativa y consultora en Genius Minds School, una alumna de bachillerato, y representando a las famlias, Alberto Ugalde, padre de alumnos en primaria, secundaria y universidad.
La redefinición del papel del orientador
El estudio del observatorio Job Lab CEU-Santander deja claro que las competencias y habilidades (tales como el trabajo cooperativo, la capacidad de liderazgo, la resiliencia, etc.) son lo más valorado de los candidatos a un empleo.
Este mismo estudio también señala un cambio en el papel del profesor, que pasa a ser un guía para que el alumno sea capaz de construir los contenidos usando fuentes distintas.
Los cambios en el modelo educativo indican que es más necesario que nunca la figura del orientador. Su labor debe adaptarse a cada etapa formativa e implicar un seguimiento individual de las necesidades de cada alumno. El orientador debe estar presente en toda la trayectoria del estudiante, convirtiéndose en una referencia, un mentor.
La duda es si es posible este cambio de modelo actualmente, si el orientador tiene la preparación y recursos suficientes como para adaptarse a esas novedades y si los colegios dan la importancia que se merece a su figura.
Mesa debate Job Lab CEU-Santander sobre la orientación escolar
Con estas reflexiones arrancó la mesa debate en la que intervinieron representantes de la Administración, la empresa, las familias, los alumnos y los centros educativos, además de expertos en psicología y pedagogía. El objetivo planteado para esta conversación fue redefinir en común la figura del orientador:
Opiniones comunes entre los expertos son, por un lado, la necesidad de modificar el modelo de orientación actual, puesto que no ofrece la atención individualizada que necesitan los alumnos. Por otro, quedó reflejada la importancia de crear una hoja de ruta para que los jóvenes consigan las competencias necesarias para sus estudios universitarios y su vida adulta.
La transversalidad de la orientación
El proyecto profesional del estudiante tiene que encajar con su proyecto personal. Por ello, la orientación debe ofrecer una visión integral. Según ella, el orientador debe guiar al alumno tanto en su formación como en el diseño de su futuro profesional. Es decir, el orientador debe guiar profesionalmente al estudiante y también ayudarle a elegir cómo quiere que sea su vida.
Esta visión amplia se corresponde con la idea de que en el Colegio CEU Sanchinarro «no les preparamos sólo para que sean buenos profesionales, sino para que sean mejores personas».
La orientación es, por tanto, un elemento transversal y diferenciador del colegio en el que también las familias deben tener un papel muy activo.
¿Cuál es el papel del profesor?
En la mesa se afirmó que profesores y familia prestan mucha atención a los resultados académicos del alumno, pero que es necesario entender que la formación es integral e igual de importante en todos sus aspectos. Del mismo modo es relevante el papel del profesor, al que hay que devolver el prestigio y la relevancia.
La orientación debe servir para que los alumnos descubran qué motivaciones e intereses les mueven, cuáles son sus valores e ilusiones y qué competencias y habilidades poseen o pueden desarrollar. Este es un trabajo previo a la toma de decisiones acerca de sus objetivos académicos o personales. Para llegar a ello, hay que pensar en planes individualizados dirigidos a favorecer el autoconocimiento del estudiante.
Así será posible que los niños, desde primaria, crezcan en lo que a inteligencia emocional, competencias sociales, habilidades comunicativas y autonomía se refiere
En esta tarea es imprescindible el compromiso de un motivado equipo de profesores decididos a potencias a nivel profesional y personal a sus alumnos. Una autoestima fuerte, un buen manejo de la frustración y una autonomía desarrollada serán, en buena medida, consecuencias de este trabajo.
El diseño de una hoja de ruta completa
Esta mesa debate es una de las primeras actividades que Job Lab CEU-Santander está planteando diferentes para diseñar esa hoja de ruta vital y profesional de los alumnos.