Tener una buena higiene de sueño nos ayuda a descansar correctamente, porque no solo importa hacerlo las horas suficientes. Es tan importante como dormir las horas necesarias que el descanso sea de calidad. Y, sabemos de sobra que dormir bien es vital para niños y mayores, por eso hay que prestar atención a cómo lo planteamos desde que son pequeños.
La necesidad de descanso nocturno varía según la edad de los niños. Desde los 3 años necesitan entre 10 y 13 horas diarias. A medida que llegan a la adolescencia, oscilarán entre 8 y 10. Establecer unos horarios de sueño desde los primeros años es clave para su salud pero, sobre todo cuando son más pequeños, puede ser un motivo de tensión en casa. Todos sabemos que si bien los niños necesitan dormir más que los adultos, a menudo les cuesta irse a la cama.
Dormir bien debe ser una prioridad para toda la familia, poque el sueño afecta al estado general y a la salud de los más pequeños. Como siempre, los mayores debemos ser su mejor ejemplo. Tenemos que mostrarles que unos hábitos ordenados son parte imprescindible de una vida saludable, igual que cuidar la alimentación y hacer deporte. Pero, además es buena idea:
Durante el día podemos observar cómo es la atención de los niños, una señal clave de si su sueño es el adecuado. No podemos perder de vista que un buen descanso es clave para su desempeño escolar y también para su desarrollo equilibrado.
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