Lucía Galán nos enseña a educar desde la tranquilidad
La pediatra Lucía Galán Bertrand, autora del blog Luciamipediatra.com, es una profesional colaboradora de los colegios CEU. Dejamos aquí sus pautas para educar desde la tranquilidad y la calma.
La hoja de ruta de la educación de los niños
Tenemos que enfocarla desde el sosiego y la reflexión, para llenar su «mochila de recuerdos» con momentos y experiencias positivas. Para que este período crucial en la educación de los más pequeños no sea un sobreesfuerzo para sus progenitores, la experta plantea una serie de consejos.
Para empezar, señala que nadie del entorno debe poner en duda las decisiones de los padres y madres sobre la lactancia, la elección del colegio, las actividades extraescolares, etc. Ni siquiera otros padres. Debemos escuchar más a los demás y juzgarles menos.
De la misma manera, Lucía Galán recomienda practicar la escucha activa. Además, organizar con calma los desayunos, dedicarles un momento de tranquilidad previo al sueño con cuentos, música etc., son maneras de llenar sus mochilas sin prisas y sin estresarnos ni los adultos ni los niños.
Enfocar la salud de los más pequeños con tranquilidad
La experta nos tranquiliza quitando importancia a algo tan común como son los mocos infantiles. Es muy importante entender que los antibióticos no sirven para tratar los virus, así como restarle peso a la fiebre, que aunque causa malestar a los niños, tiene una tarea muy importante para la lucha contra las infecciones víricas.
¿Cuándo debemos preocuparnos por la fiebre?
Si la detectamos en el bebé con menos de 6 meses, lo mejor es acudir al pediatra. Entre los 6 meses y los 2 años, es conveniente esperar un par de días, que serán cuatro si tiene más de 2 años. En estas situaciones lo mejor es observar cómo se encuentra en general el bebé, si tiene buen aspecto, si juega y está activo, etc.
Según cuenta Galán, «los niños tienen una media de seis o siete infecciones al año, con hasta tres días de fiebre, siete de mocos y 14 de tos». El mejor tratamiento es también el más sencillo: lavados nasales con suero fisiológico y beber mucha agua. Para el malestar, bastará con tomas de paracetamol o ibuprofeno según nos indique el médico. La eficacia de anticatarrales, descongestivos y mucolíticos no está comprobada en menores de 6 años, y pueden aparecer efectos adversos.
Cómo tratar otras enfermedades frecuentes
Si percibimos síntomas de gastroenteritis, como son la diarrea o los vómitos, hay que hidratar al niño poco a poco, con unos 5 ml de agua cada 15 minutos. Con esa misma frecuencia le daremos un poco de comida natural, nada de procesados y azucarados. Además, los niños no deben tomar más de 17 gramos de azúcar diarios.
Cómo gestionar la educación emocional de los niños
Las rabietas son naturales en el desarrollo de niños y niñas de entre 2 y 4 años, por eso hay que tomarlas como algo normal y enfocarlas de forma más positiva. Como señala Lucía Galán, «no queremos niños sumisos. Los niños con carácter y personalidad fuerte lo pueden tener más fácil en la vida, aunque educarlos sea difícil».
La meta de la educación que les damos, plasmada en la hoja de ruta que diseñamos con tranquilidad y equilibrio, es que crezcan siendo autónomos, respetuosos, decididos y empáticos. Para ello necesitan que les apoyemos siempre, de forma incondicional.
Esta hoja de ruta debe señalar cuáles son los límites, para evitar que los niños se conviertan en tiranos. Los adultos tenemos que esforzarnos en enfrentarnos a los conflictos de forma positiva, planteando que son una oportunidad de aprendizaje más. Hay que tener en cuenta también que, los niños, son capaces de identificar ya desde los 3 meses cómo es el estado de ánimo de sus padres.
Cómo enseñar cuáles son los límites
La pediatra nos señala que debemos juzgar el comportamiento del niño, no al niño en sí. Tenemos que mostrarnos firmes pero cálidos, sin dejar de adaptar el mensaje a su edad. «No le digas eres un desastre, dile la habitación está desordenada; no le digas eres un inútil, porque eso influirá en su autoestima».
Los adultos debemos esforzarnos en expresar cómo nos hacen sentir con esos comportamientos, preguntar cuál es la causa de él y usar la ironía como recurso. Es una herramienta muy útil que además aprenderán a usar para solucionar sus conflictos en el futuro. La cuestión del ¿qué podemos hacer? también es útil para que reflexionen sobre lo ocurrido. Sea como sea, debemos evitar compararlos con otros niños, porque pueden sentirse inferiores.
Lucía Galán indica que hay que ser positivos siempre. «Convierte tu necesidad en su necesidad. En lugar de chantajearlo, dile: Si no dejas de molestar a los otros en la piscina, nos tendremos que ir».
Reconocimiento del esfuerzo y confianza
Expresar que confiamos en en ellos y reconocer sus esfuerzos es algo muy bueno para los niños que, además, ayudará a forjar su personalidad: «Reconozco tu esfuerzo y por ello te felicito, le dirás si ha estudiado pero ha suspendido».
Ensayo-error: la crianza como experiencia
Los niños son diferentes entre sí, por eso es muy importante que encontremos cuáles son sus necesidades emocionales. Así conseguiremos llenar su mochila de recuerdos positivos. Hay que preguntar, sentir y compartir con ellos.
Lucía Galán aporta también algunos consejos muy a tener en cuenta para la educación de los más pequeños:
- Tu hijo no nació para cumplir tus sueños y ser tu «mini yo», sino para ser un «mini él» y llegar a convertirse en un «gran él».
- Refuerza sus talentos, en lugar de esforzarte en corregir sus debilidades.
- Acéptale como es y acéptate.
- Permítele ser él mismo y enséñale a sentir, porque sintiendo la vida es mucho más bonita.
- Educad a los niños para que puedan expresar sus emociones.