Aprendizaje por proyectos: qué es y cómo fomenta la participación en clase
En el Colegio, en nuestro afán por ofrecer una educación innovadora adaptada al mundo de hoy pero con miras en el futuro, aplicamos metodologías como el aprendizaje por proyectos o PBL (Project Based Learning). De este modo conseguimos que nuestros alumnos desarrollen un trabajo de inicio a fin, de manera dinámica, participativa y muy activa.
El alumno pasa en este modelo a estar en el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje, convirtiéndose en el protagonista, siempre bajo la atenta guía del profesor.
Con el aprendizaje por proyectos o PBL se desarrollan y fomentan las soft skills. Estas habilidades son cada vez más necesarias en el mundo laboral, pero también en el día a día. Son competencias que van a necesitar en su vida adulta, como la oratoria o el trabajo en equipo. Exponer sus argumentos frente a la clase, argumentar sus opiniones en un debate y atender a sus compañeros, reflexionando y comprendiendo lo que están escuchando es clave para su desarrollo académico pero también personal. De este modo, fomentamos además la intercomunicación en el aula, un ensayo que les servirá en el mundo laboral, en el que saber trabajar en equipo es clave para la empleabilidad.
Una preparación para el mundo real
Al ser el alumno el protagonista del proceso de aprendizaje y tener un papel activo en la elaboración del proyecto, mejora su proactividad e interés, lo que propicia una mayor interiorización del conocimiento. Además, es un método de trabajo que les servirá para el resto de su vida, personal y profesional.
Durante todo el proceso, el profesor acompaña y guía al alumno, otorgándole las herramientas y el apoyo necesarios para que este alcance el objetivo final sin perder autonomía, y evitando la dependencia del equipo docente. Un modelo que también potencia el emprendimiento en el alumnado, que cuenta con la confianza de su profesor para proponer y tomar la iniciativa.
Además, las herramientas tecnológicas que disponemos a día de hoy permiten personalizar el proceso de aprendizaje, conformando el proyecto en función del alumno, sus particularidades e intereses. Podemos ofrecer de este modo una mayor elasticidad para el desarrollo de su trabajo.
Así, los estudiantes nuevas habilidades y competencias con las que podrán resolver problemas más complejos y de manera más eficaz, aumentando su interés y sus ganas de seguir aprendiendo. Con esta metodología, el alumno muestra una mayor participación en clase y disposición a trabajar porque se ha involucrado de manera activa y siente como suyo el proyecto.