Desarrollar la capacidad de indagación, clave para formar a la ciudadanía del futuro
Hacerse preguntas e investigar para encontrar las respuestas; averiguar algo a través del razonamiento, de la reflexión; eso es indagar.
La capacidad de indagación es una competencia que fomentamos en los Colegios CEU, en contraposición al aprendizaje basado en la memorización. De esta forma, animamos a nuestro alumnado a investigar acerca de aquellos contenidos que se tratan en clase, pero no solo en el marco del Colegio, también en casa, con los amigos, etc.
Poco a poco van dándose cuenta de que son capaces de aprender por sí mismos y que seguirán siéndolo a medida que crezcan, pudiendo desarrollar aprendizajes autodidactas muy motivadores.
Ser indagadores, una ventaja para moverse en el mundo globalizado
Con este planteamiento, el alumnado se erige en protagonista de su propio aprendizaje, lo que le anima a pensar por sí mismo, de forma autónoma y crítica. Los estudiantes exploran para responder las preguntas que se hacen, en un proceso entretenido y motivador. De este modo conseguimos alumnos capaces de planificar y ejecutar proyectos, de trabajar cooperativamente y de ser solidarios.
Al aprender a indagar desde los primeros años, los niños analizan datos y los interpretan, y saben cómo organizar los contenidos que aprenden. Así, se despierta en ellos interés por entender lo que sucede a su alrededor, todo acompañado por un alto sentido de la ética.
La capacidad de indagar y de descubrir tanto en clase como en el mundo que les rodea es fundamental para una educación integral y orientada a desenvolverse en entornos cambiantes, internacionales e inciertos. Nuestros niños tendrán mentalidad abierta y serán flexibles, pero también sabrán defender con entusiasmo su posición.
En resumen, desarrollando la capacidad de indagación consiguen elaborar sus propios puntos de vista, aunando conocimientos e inteligencia. De este modo construirán opiniones argumentadas e ideas propias; no aceptarán sin más lo que dice la mayoría. Entenderán los pros y los contras de las distintas situaciones y tendrán la habilidad de tomar una decisión personal.
En esta línea encontramos la metodología de enseñanza del entorno IB (Bachillerato Internacional), que huye de las técnicas pedagógicas tradicionales. Apuesta por las metodologías activas y se basa en el intercambio de preguntas, el trabajo práctico y la indagación. Todo esto es una ventaja a la hora de comprender conceptos y obtener un aprendizaje significativo.
Los objetivos del IB, dirigidos a formar a los líderes con corazón del futuro
El Bachillerato Internacional pretende formar a jóvenes con ganas de adquirir conocimiento, capaces de cambiar el mundo a mejor, de ser solidarios, informados y respetuosos. Hábiles para manejarse en entorno multiculturales y hacerlo de forma colaborativa. En conclusión, formar a los auténticos líderes con corazón.
Según Amparo Arbiol, Directora del Colegio CEU San Pablo de Valencia, nuestro alumnado tendrá la ventaja de formar parte de una organización como la del Bachillerato Internacional, que «forma ciudadanos globales capaces de desenvolverse en cualquier parte del mundo, que es imprescindible en la sociedad sin fronteras en la que nos movemos».
Con el IB se anima a los estudiantes de todos los países participantes a tener una actitud activa de aprendizaje y mantenerla durante toda su vida. Asimismo, se potencia que sean comprensivos, tolerantes y solidarios, abiertos a entender a los demás en su diferencia y enriquecerse mutuamente.