Estimulando el pensamiento divergente y la creatividad desde los primeros años
El pensamiento divergente es el proceso a través del cual conseguimos relacionar ideas creativas, explorando alternativas para resolver un problema. Por eso, es tan importante para desarrollar la creatividad: fomenta la curiosidad, el inconformismo y la proactividad. Estas características hacen que el pensamiento divergente sea más común en edades tempranas, ya que son etapas en las que la imaginación y la espontaneidad tienen mucha fuerza. Así, los más pequeños son más libres a la hora de elaborar sus pensamientos.
Pensar de forma divergente es muy valioso a la hora de diferenciarse de otros candidatos en un proceso de reclutamiento. Las empresas cada vez valoran más aquellos perfiles que cuentan con un pensamiento innovador y original, con enfoques diversos que enriquecen los proyectos.
En la educación de las últimas décadas lo habitual ha sido priorizar el pensamiento lineal, junto a procesos con una estructura que conduce a una única solución, la considerada como correcta. En el Colegio CEU San Pablo Sanchinarro somos conscientes de la importancia de potenciar el pensamiento divergente desde los primeros años. A la hora de enfrentarnos al mundo real en toda su complejidad, es necesario poseer herramientas que nos permitan encontrar soluciones de una forma flexible, dinámica y espontánea, además de contar con el pensamiento lógico Asimismo, pensar de forma divergente es imprescindible para desarrollar una mentalidad innovadora y emprendedora.
¿Cómo se fomenta el pensamiento divergente en las aulas?
En este marco, tanto profesores como alumnos deben estar abiertos a cuestionarse siempre todo. El docente tiene la tarea de proponer metodologías innovadoras, disruptivas, y fomentar que los estudiantes planteen ideas para alcanzar los objetivos al margen de los modelos preestablecidos. Al alentar el pensamiento divergente en el aula buscamos eliminar ideas preconcebidas, romper esquemas y alcanzar nuevas perspectivas para solucionar con eficacia los problemas.
Hay múltiples técnicas para aplicar la divergencia en el pensamiento: el grupo nominal, la lluvia de ideas, la sinéctica, los mapas mentales… Eso sí, es imprescindible estimular la creatividad del alumnado, eliminar barreras que puedan limitarla, promover las habilidades creativas y fomentar un entorno que las alienten. Por tanto, se debe evitar exigir racionalidad constantemente, presionar para obtener resultados o conformarse con facilidad.
Una forma eficaz de generar ideas
Con este tipo de pensamiento flexible se exploran muchas posibilidades y se generan ideas creativas de una forma espontánea y, en ocasiones, con mucha agilidad. Una vez se finalizan esas conexiones, las ideas se organizan y estructuran utilizando el pensamiento convergente.
En otras palabras, el pensamiento divergente permite obtener múltiples y creativas soluciones a un mismo problema. Es decir, encontrar alternativas de forma ingeniosa a través de:
- La fluidez, que nos faculta para tener gran cantidad de ideas.
- La flexibilidad, con la que creamos respuestas dispares a distintas propuestas.
- La originalidad, con la que producimos ideas poco comunes.
- La elaboración, con la que desarrollamos y mejoramos las ideas.