Las personas somos capaces de retener con mayor facilidad aquello que comprendemos. Por eso técnicas como la del mapa mental son muy útiles en las aulas. Metodologías así encajan a la perfección en nuestro modelo de educación innovadora y orientada a la consecución de un aprendizaje significativo.
Además, los mapas mentales permiten introducir el uso de las TIC, por lo que los estudiantes estarán trabajando también la valiosa competencia digital.
Son representaciones gráficas de una idea, que nos permiten explorarla y dar rienda suelta a todo el potencial de nuestra mente. El concepto fue acuñado por el psicólogo y escritor Tony Buzan en su obra «Use your head». Básicamente, nos permiten representar conceptos de una forma muy visual siguiendo estas pautas:
La clave es que las ideas más alejadas del centro sean las más concretas y específicas, y que la imagen que lo ocupa sea el tema fundamental del que se extraen los demás conceptos.
Esta herramienta es muy útil para el proceso de aprender pero también para estudiar de forma más fluida y motivadora. Así:
Es más fácil de lo que puede parecer: basta con un papel y un lápiz. En el centro de la hoja anotaremos la idea clave, y a su alrededor iremos colocando las ideas que se nos vayan ocurriendo, a modo de brainstorming. A continuación, hay que unir con flechas los elementos que hemos colocado. Esto nos obliga a establecer jerarquías e interrelacionar conceptos; de esta manera la memorización será más sencilla.
Pero también hay muchas aplicaciones para crear mapas mentales de forma sencilla y atractiva, como Bubble.us, MindMapFree, Coggle.it… En las aulas disponemos de pizarras digitales y también de tablets para que los estudiantes puedan manejar las apps que el profesorado considere oportunas. Con las TIC se consigue enseñarles de una forma entretenida y motivadora un método de trabajo que les resultará muy útil en todas las asignaturas y a lo largo de su vida profesional.