“Salmones, hormonas y pantallas”
“La principal causa de muerte en menores de 40 años en España es el suicidio. Uno de cada diez muere por suicidio y por cada suicidio hay 20 o 30 intentos. Hay una patología mental, sobre todo de depresiones muy amplias, y se cuenta con el suficiente conocimiento científico para saber que está asociado al uso excesivo de pantallas, a la exposición precoz a teléfonos móviles y a la adicción a pornografía que, desgraciadamente, se consume mucho más de lo que los padres piensan en la gente joven”, explica el doctor Miguel Ángel Martínez-González en una entrevista de ABC.
Su último libro “Salmones, hormonas y pantallas” es un reto en toda regla a los aspectos tóxicos de la cultura contemporánea relativos a la adicción a pantallas, a la pornografía y a tener un concepto deteriorado de las relaciones románticas sexuales amorosas que se ha extendido especialmente entre la gente joven.
Desde la evidencia científica, en sus páginas advierte sobre las consecuencias que tiene la “sexualidad desmadrada” en el modelo social juvenil del siglo XXI. Alerta de los peligros del sexo incontrolado, aprendido en internet y lejos del verdadero impulso amoroso, y de cómo “puede terminar con expresiones violentas y malsanas que ya estamos viendo en nuestra sociedad”. Asegura que “ahora mismo tenemos un problema de salud mental en la gente joven sin precedentes”.
“He escrito este libro para poder decir la verdad a los jóvenes, sometidos a una presión cultural que les engaña”.
Miguel Ángel Martínez-González
En la citada entrevista, el doctor Martínez-González explica que ha escrito este libro porque los padres no son conscientes del problema de salud mental que causan los móviles en sus hijos.
“Creo que no son suficientemente conscientes y que hay unas actitudes a veces ingenuas en los padres y, por eso, tienen que conocer toda esta realidad que la mejor ciencia epidemiológica y de salud pública ha ido poniendo de relieve”, afirma.
Cuando le preguntan a qué edad se le podría entregar un móvil a un niño, contesta que para conducir hace falta cumplir 18 años porque las carreteras están llenas de riesgos, “pero muere menos gente en carretera que por suicidio y los suicidios están causados por esto. De ahí se pueden deducir consecuencias”. Y añade: “Los padres inteligentes regalan teléfonos tontos”.