Las ventajas para los niños de convivir con animales
Tener animales de compañía en casa trae múltiples beneficios a la hora de educar a los más pequeños. Crecer junto a ellos aporta ventajas en muchas áreas del desarrollo infantil. De hecho, este miembro más de la familia proporciona mucho más que momentos de compañía, diversión o ternura.
Su presencia y su cuidado ayudarán a los padres a transmitir una serie de valores a los niños que les resultarán muy útiles en su vida adulta. Es el caso de la empatía, el respeto, el amor incondicional o la fidelidad, que serán conceptos muy fáciles de entender a través de una mascota. Pero, ¿qué más ventajas aportan los animales en la educación infantil?
- Les ayudan a crecer en valores: con animales en casa los niños aprenden qué es ser responsable, cómo se cuida a alguien y cómo entender las necesidades del otro. Además, desarrollan herramientas muy valiosas como la comunicación no verbal y la intuición.
- Reducen el estrés y el nerviosismo: acariciar su pelaje, jugar y comunicarse con ellos es una fuente de tranquilidad.
- Hacen sentir seguridad y apego: las mascotas nunca se enfadan y siempre son cariñosas, y resultan el refugio perfecto cuando los niños sienten emociones como la tristeza o la frustración. Esto les convierte en grandes aliados para, por ejemplo, evitar la ansiedad por separación de los más pequeños.
- Ayudan a desarrollar la confianza y la autoestima: los animales se comunican con los niños de una forma sincera, no son críticos y siempre están dispuestos a dar cariño.
- Favorecen la socialización: los niños se relacionarán mejor con otras personas, con más seguridad y confianza, además de con una empatía muy desarrollada.
- Ayudan a entender mejor ciertos procesos vitales: nos referimos a facilitar la comprensión de la muerte, el nacimiento, la llegada de un nuevo hermanito, etc.
- Animan a tener una vida activa: jugar con nuestro perro o gato hará que los niños se alejen del sedentarismo, una de las causas de la obesidad infantil.
- Reducen el riesgo de que padezcan alergias o asma: el sistema inmunológico de los más pequeños se adaptará a la presencia de las mascotas, por lo que será fuerte y hará frente mejor a las agresiones externas.
En resumen, crecer junto a animales es una fuente de salud física y mental para los niños y de alegría para toda la familia. Eso sí, al elegir una mascota es imprescindible ser consciente de que es un compromiso para muchos años, y que debe recibir todos los cuidados que necesite. Transmitir a los más pequeños de la casa que no son juguetes y que no se pueden devolver si se cansan de ellos es fundamental para que desarrollen una relación positiva con ellos.
Visitar juntos algún refugio para elegir entre todos a quién llevarse a casa es una forma, además, de que tengan un papel protagonista en la toma de decisiones y comiencen desde el minuto cero a ser responsables.